Ale García: 2012

Primero ocurrió en Milán y después en París. En Gucci, Frida Giannini, inspirada en Marella Agnelli y Marisa Berenson, presentó volados en su colección para el próximo verano. Once días después, en Givenchy, Riccardo Tisci, inspirado en las raíces de la maison y en su fundador Hubert de Givenchy, repitió el recurso. Claro que cada uno le puso su toque personal. Mientras Gucci fue puramente femenino, Givenchy fue un poco más estricto. Lo cierto es que ambos recorrieron los cuerpos de sus túnicas y vestidos con guías de volados, transversales, en redondo, en cuellos, en mangas. Ambos acertaron en la gama de los celestes y turquesas, pero coincidieron aún mas en la paleta: el blanco impoluto de la etiqueta italiana recuerda a las noches del jet-set europeo, y el de la griffe francesa, se mezcla con negro para homenajear a las monjas religiosas, una iconografía tan cara a Tisci.

Para el próximo verano, volados se escribe con G.