Para Pensar

Las cosas por su nombre y las directivas claras llevan a que los que saben puedan desarrollar un proyecto provechoso donde lo comercial y el diseño puedan convivir en una armonía de moda. Las cosas por su nombre y las directivas claras sin ambiciones desmedidas, donde sólo interesa el provecho personal. Las cosas por su nombre y las directivas claras sin prepotencias de querer tener la última palabra por el mero hecho de estar al frente. Las cosas por su nombre y las directivas claras donde los caprichos de la inseguridad están a la orden del día. Las cosas por su nombre y las directivas claras para que el producto final no sea un supermercado encubierto. Las cosas por su nombre y las directivas claras del dejar hacer, confiar, soltar. Las cosas por su nombre y las directivas claras para no atarse al miedo. Las cosas por su nombre y las directivas claras de no aferrarse a vendettas personales con o sin sustento, a amiguismos de turno, a amiguismos que tienen historia o a amiguismos que pagan. El autoritarismo genera el "me gusta / no me gusta" de manera aleatoria, según el estado de ánimo, las ganas del día o simplemente llevar la contra. También genera un "No" porque "Si". Y trabajar deja de ser un placer.  Me pregunto ¿que pasaría si dejaran hacer lo que le corresponde a quien le corresponde, a quien se supone está donde está por saber de qué se trata, dejando atrás ideas arcaicas, impostadas, ridículas, incoherentes, falsos predicamentos, miedos reales y supuestos complots? Trabajar en comunitario. Respetar el trabajo del otro. Dejar hacer, confiar, soltar. Las cosas por su nombre y las directivas claras para que el producto final sea una exquisita combinación de moda, diseño, marcas e información de moda. De eso se trata, de ser humildes desde el lugar que nos corresponde, que nos toca. Las cosas por su nombre y las directivas claras porque ese es el trabajo que algunos saben hacer, siempre y cuando se lo dejen hacer. 

(Anteojo Infinit, modelo Tito)