Ahora sabemos que hay talleres clandestinos. De nada vale hacer la vista gorda cuando es una realidad que existe. Ahora bien, ¿es necesario llegar a este punto? Lamentablemente la realidad actual nos dice que si. Entonces, ¿porqué no hay ayuda para poner fin a esta suerte de piratería que, entre nos, no tiene que ver con un diseñador o una marca? Cuando escuchamos a los dirigentes que "se enorgullecen" por vivir en el país que viven y lo gritan (de manera despótica) en un acto nacional y juran y prometen por la bandera de la patria, ¿no se les ocurre pensar que muchas de esas familias que escuchan podrían tener una fuente de trabajo antes que un choripan? Parece que no. Ahora me pregunto, ¿porque se juzga a los diseñadores y a una industria que dejan de lado? La investigación debe continuar, porque de ésa manera se pueda ordenar el desorden en el que, quienes trabajamos en la moda, estamos desde hace tiempo, una suerte de caos que nos obliga a manejarnos como podemos y como nos dejan, y lidiar con una legislación que dice, en términos generales, "si exportas, podes importar". También es probable que el tema del "trabajo esclavo" sea una cortinita de humo (otra de tantas) para tapar, por ejemplo, que el gobierno le dio fondos (altísimos) a una señora con pañuelo blanco, que los malversó con un socio parricida, haciendo casas carísimas y comprando aviones para uso oficial inclusive. Ojalá, acá, la investigación exista y continúe.
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