Fue el debut de Raf
Simons en Christian Dior con la
colección de alta costura. Si bien faltó espectacularidad, el desfile tuvo
guiños a la silueta BAR y a la
mujer flor de la maison, donde la
cintura en su lugar y la chaqueta con basque aparecen y desaparecen. Los vestidos de cóctel, de
una pomposidad simple, color azúcar y livianos como copos de espuma, recuerdan
al esplendor del cine de oro de Hollywood y a otros diseñados por el propio Dior para Eva Duarte. Pero también
hubo mucho del propio Simons para Jil Sander. Demasiado. Por la pasarela apareció una progresión
de los últimos diseños con los que se despidió de la firma alemana. Hay calcos exactos del tapado con volumen
estilo años ’50 y del vestido largo strapless en una muy lograda estampa batik. También el top con estructura de corset
con pollera tubo a media pantorrilla; el top súper neto con el pantalón ancho de cintura
alta y el simple vestido con el bustier estilo lingerie en un sabroso
tono rosado. Este es el comienzo de una nueva historia de amor entre una
etiqueta anciana y un diseñador muy talentoso que tiene la oportunidad de demostrar
que Jil Sander fue solamente su
empleo anterior.
Anteojo Infinit, modelo Tito
Muy buena la descripción de la evolución de la marca y de la inclusión del nuevo Diseñador. Como siempre esto solo puede ser hecho por Vos, una persona con tanto conocimiento que da contenidos con fundamentos. Te admiro Diana
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