Un poco garza y un poco lobo. La delicadeza del ave y la brutalidad arrolladora del carnívoro. Así es Garza Lobos. Un acertado mix entre lo delicado y lo etéreo, pero para nada efímero, del diseño, y lo brutal de los detalles, que arremeten y sacan el aire al querer discernir la trama y la forma de su construcción. Prendas que viven por sí mismas y esperan al cuerpo humano para terminar de completarse. Prendas que necesitan del calor humano para terminar de definirse. Un desarrollo en conjunto entre lo sanguíneo y lo artesanal. Texturas y estampas personales que con combinaciones de colores osadas forman una unidad para nada básica y mucho menos única. Versatilidad de moda en conjunto con los zapatos, que sin competir en diseño y calidad, conviven y se complementan. Rubén Troilo y Constanza Von Niederhaüsern dejaron claramente su postura y su punto de vista de la moda con su primer colección, y ahora se preparan para un nuevo vuelo rasante de garza y un nuevo zarpazo de lobo con su próxima, segunda y nueva colección. Así es Garza Lobos, una etiqueta donde el diseño moderno del interior del salón y de las prendas colgadas engaman con la zona más tradicional de Buenos Aires que se cuela por las ventanas en un original contrapunto de moda y arquitectura.
(Anteojo Infinit, modelo Tito)
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